La trata de personas, también llamada comercio o tráfico de personas, es una actividad ilegal basada en comerciar con seres humanos.
Se considera una forma de esclavitud moderna, debido a que las víctimas son explotadas en trabajos forzosos, matrimonios obligados, trabajos sexuales, domésticos, y un largo etcétera. La trata también puede tener finalidades como el tráfico de órganos, la venta de niños y otros fines reproductivos.
La trata entra en la categoría de crimen contra la humanidad (lesa humanidad) y supone una violación de los derechos humanos. La ONU tiene activo un protocolo contra este tipo de delito desde el año 2000, al tratarse de un problema que afecta internacionalmente a 130 países.
Las víctimas principales son habitualmente mujeres y niños, pero los hombres también se ven afectados. Las fases por las que suelen pasar son las de captación en el país de origen, traslado hasta el país de destino, explotación en el mismo y, en los casos con desenlace optimista, huida y denuncia, y recuperación.
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